07/10/15
Si existen situaciones difíciles en la vida laboral, un mal ambiente de trabajo se ubica en el top de ellas. Aunque soportarlas y vivirlas no tiene que ser una pesadilla y, en cambio, puede convertirse en una buena oportunidad para desarrollarse profesionalmente.
Así que si estás viviendo uno de estos momentos, no olvides encontrar la solución más adecuada.
¿Jefe brujo(a)? Un jefe que te apoye y con el que puedas trabajar en confianza es un gran valor para tu trabajo. Sin embargo cuando existen conflictos con este la situación es muy diferente. Y puede que una mala relación surja por hechos puntuales o simplemente porque no hay capacidad de liderazgo pero si ves a tu jefe como un monstruo no dudes en buscar salidas.
Así que, aunque no es fácil, si crees que tienes alguna posibilidad puedes exponer la situación a un superior, al departamento de Recursos Humanos o incluso a la dirección general. En estos casos, apoyarte en tus compañeros permitirá demostrar que no se trata de un enfrentamiento personal sino de un problema colectivo.
Compañeros chupasangre: Que hagan comentarios, se burles o no te puedas llevar bien con ellos es lo menos grave (aunque también genera incomodidad), pero que estos pretendan inmiscuirse en tu trabajo o busquen hacerte quedar mal para conseguir tu puesto, es toda una tortura.
Lo primero que puedes hacer es dialogar y saber cuáles son los problemas que tienen contigo. Si aun así no existen razones para solucionar la situación, puedes exponer el problema de manera escrita a un superior. Cada vez más las organizaciones desarrollan comités de convivencia o pareas encargadas para la solución de conflictos, así que acude a ellas y lleva tu trabajo de la mejor manera.
Contratan a tu verdugo: Es común que luego de años de experiencia, tu empresa contrate a una persona de tu mismo perfil (o mejor) que puede hacerte sombra.
Si la razón es que buscan sustituirte no tienes muchas opciones, pero si sólo buscan reforzar un área de negocio no debe representar una amenaza.
Lo mejor es que intentes crear un buen ambiente con el nuevo buscando desarrollar un trabajo complementario y consiguiendo metas de manera conjunta.
Salarios a dedo: Esta situación, además de incómoda e injusta, es causa común de conflicto en las empresas. No se trata siempre de sentirse mal remunerado (aunque también sucede) pero cuando alguien de tu mismo perfil, que incluso trabaja menos, recibe mayor remuneración, es inevitable sentirse mal.
Busca mecanismos de conciliación son tus jefes, recordando tu valor para la organización. Si el problema es colectivo te será más fácil actuar.
El diálogo y el profesionalismo son las mejores herramientas que tienes para enfrentar estas situaciones. Así que no afrontarlas y dejarse vencer por el miedo, no puede ser una opción.
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