19/06/15
Si bien puede pensarse que ser padre implica una división entre la vida personal y la laboral, no necesariamente significa que estas dos áreas no puedan convivir. De hecho, cada vez más se entiende que el aprendizaje que se tiene como padre es aplicable a la vida laboral. Por eso, resumimos algunos aspectos propios de la paternidad que ayudarán a mejorar sus capacidades de liderazgo y gestión profesional.
De acuerdo con Brent Gleeson y Dyan Crace en un artículo de la revista Forbes, la relación entre padres y jefes, en el caso de los profesionales, está mediada por aspectos muy similares “guiar, enseñar, animar, poner en marcha una disciplina, felicitar y proveer del ambiente necesario para que el equipo o los miembros de la familia tengan éxito”, aseguran.
Es por esto que, en lugar de ser una limitante, convertirse en padre es una oportunidad para potenciar algunas de las capacidades más importantes a nivel laboral.
Responsabilidad: Aspectos como la puntualidad, el cumplimiento y el compromiso, son fundamentales a la hora de educar a los hijos para su futuro. Para eso, liderar con el ejemplo es fundamental y la manera más adecuada de inculcarlo en un equipo de trabajo. Como líder, también es importante dejar claras las expectativas y las consecuencias que tendrá no cumplir las normas establecidas.
Reconocimiento: No hay algo que haga sentir más orgulloso a un padre que el éxito de sus hijos y allí una felicitación es fundamental para que conozcan el camino adecuado para su vida y fortalecer su confianza. Hacer que un niño se sienta bien consigo mismo es darle herramientas para fortalecer su seguridad y cumplir sus metas en el futuro.
En este sentido, un buen líder también debe reconocer las habilidades de su equipo, identificar sus fortalezas y promoverlas para generar mayores posibilidades de crecimiento conjunto.
Disciplina: Establecer normas y velar por su cumplimiento es importante tanto en el mundo empresarial como en el personal. En casa, los hijos suelen intentar saltarse los límites y buscar experimentar hasta dónde pueden llegar. Esto también sucede con los empleados y por eso, el hogar se convierte en un lugar ideal para formarse en este aspecto.
Autocontrol: Ante conflictos familiares es muy importante mantener la calma y pensar detenidamente antes de actuar, con el fin de no hacer daño a las personas más queridas como son los hijos. Potenciar esta habilidad es muy propio de los padres que logran corregir con mayor efectividad hablando que gritando.
En las empresas, si los jefes se comportan de manera agresiva para resolver conflictos, pueden generarse situaciones de rechazo y mayor conflictividad. Sentarse a escuchar, explicar su punto de vista y después pensar una solución es mucho más productivo.
Además de estos, aspectos como la buena comunicación, la capacidad de escucha, la proyección a futuro y el trabajo en equipo, son habilidades que se pueden cultivar como padres. Así que compartir tiempo con los que más quieres, separar los espacios profesionales y los personales y aprender de cada uno de ellos, le ayudarán a potenciar sus cualidades, de modo que su proyección profesional siga adelante.
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