02/09/15
Cada vez más, septiembre se ha convertido en un mes de celebración en familia, en pareja y en el trabajo. Y aunque muchas veces las empresas aprovechan este ánimo de celebración para la generación de integración, desarrollo de equipos y unidad, estas no siempre son bien recibidas por los trabajadores y, en cambio, se pueden convertir en una molestia.
Si alguna vez te has sentido incómodo con estas actividades, no te preocupes. Es más común de lo que parece. Si no, mira estos casos.
Si hicieras un sondeo en el que obtuvieras respuestas sinceras, seguramente tu equipo de fútbol empresarial podría llamarse “Los que no queríamos”, “porque nos tocó” o “para no quedar mal”. No participar puede ser mal visto pero, también es una opción y no hay razón para que te juzguen.
Almorzar mientras hablas de trabajo o intentar empezar un tema con quien no tienes confianza es, a pesar de lo que digan, todo lo contrario a integrarse. Al final siempre buscarás a los tuyos y todos terminarán hablando por separado. Bueno, tal vez pueda ser una oportunidad para manifestarte y expresar las cosas que en el día a día no puedes hacer.
Si te sientes familiarizado con estas situaciones o recuerdas algunas que no hemos enumerado no te preocupes, son experiencias muy comunes y constantes de las que, seguramente, te podrás reír más adelante.
De todas formas participar en ellas puede permitirte salir de la rutina, conocer nuevas habilidades y dar un giro a la cotidianidad. Por eso te deseamos un feliz mes de amor y amistad.
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