04/05/16
Con el paso de los años es cada vez más común ver que las mujeres postergan la maternidad, dándole prioridad a su desarrollo profesional y académico por el temor que un embarazo pueda truncar estos procesos.
Sin embargo, si el embarazo es bien planeado, no debe ser visto como un obstáculo para el crecimiento profesional de la madre. Por el contrario, puede ser una experiencia que fortalezca sus capacidades en aspectos personales, familiares y profesionales.
Si la idea de ser madre está en sus planes a corto, mediano o largo plazo, planificarlo bien le ayudará a estar mejor preparada física y emocionalmente para combinarlo de forma adecuada con su desarrollo profesional.
Una vez quede embarazada tenga un calendario en el que pueda tener claridad de las fechas de controles prenatales, el parto y licencia de maternidad. Esto le ayudará a organizar mejor las labores del trabajo, a dar cumplimiento con todos sus compromisos de cara a proveedores, clientes o colaboradores, a delegar algunas funciones en su equipo de trabajo, así como a determinar quién podrá cubrirla cuando tenga que ausentarse.
El proceso de la maternidad le tomará cerca de un año teniendo en cuenta los tiempos del embarazo y la licencia por lo que es fundamental que establezca metas personales y profesionales que esté en capacidad de cumplir durante este periodo de tiempo que le permitan mantener un balance entre su bebé y su trabajo.
La maternidad es una experiencia única que le permitirá descubrir, desarrollar y fortalecer habilidades que podrá aplicar en diferentes aspectos durante toda la vida.
Ser madre y profesional es una realidad que millones de mujeres en el mundo combinan con el objetivo de crecer, cumplir sus sueños, ser ejemplo para sus hijos y brindarles bienestar a sus familias.
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