11/06/15
Ser madre y ejecutiva sí es posible: Conoce la experiencia de Martha Yolima Cagüeñas, Directora de Desarrollo Humano de Bancoldex
Martha lleva 17 años vinculada a Bancoldex, tiempo en el cual ha sido madre de dos hijos y en el que ha aprovechado el tiempo para seguir estudiando y creciendo profesionalmente en su organización, por eso no duda en afirmar que «el estado de madre te enseña a liderar desde lo profesional y lo humano».
Cree que para encontrar el equilibrio familiar y profesional hay que nivelar las dos cosas, para organizar los tiempos y exigirse a uno mismo. Por eso piensa que la mujer debe considerarse como un ser integral, y que en ningún caso se debe renunciar a ser madre o ejecutiva.
Desde su posición en Bancoldex, lidera con alegría, solidaridad, positivismo y confianza en su equipo de trabajo. En casa, ejerce un papel de madre “compinche “y autoritaria con sus hijos, a los que les pone límites y les exige esfuerzo para conseguir las cosas.
Aunque ocupa un cargo de gran responsabilidad, eso no le impide hacerles el desayuno a sus hijos todas las mañanas, cenar en familia para comentar como fue el día, ver televisión en familia o ir a cine.
En medio de la apretada agenda que maneja, sacó unos minutos para atender a mundo Adecco y contar su experiencia, que deja ver que ser madre y ejecutiva sí es una opción para la mujer del siglo XXI.
Definitivamente hay que nivelar las dos cosas. Organizar los tiempos y exigirse a uno mismo es importante, incluso aprovechar los tiempos. No se puede abandonar ninguna de las dos cosas, debe haber un balance adecuado. No te puedes perder la oportunidad de ser madre, pero tampoco desarrollarte profesionalmente. Hay que comprender que no tienes una prioridad sino dos y en ese orden es importante aprender a administrar el tiempo y priorizar con calidad. La mujer debe considerarse como un ser integral. La organización es fundamental para alinear las dos cosas. Cuando uno es productivo y eficiente en cada labor, tiene tiempo de desarrollar los dos roles. Debemos ser antropocéntricos, con una visión de ser integral.
Sí. Ingresé al banco cuando mi hijo mayor tenía apenas 1 año, a los 5 años de haber ingresado al banco, nació mi segundo hijo y un año después de este suceso, comencé el MBA. Alternaba el estudio y el trabajo, con ser madre y esposa. Aprovechaba las mañanas para compartir tiempo con mis hijos y los fines de semana sólo lo dedicaba a mí familia. Organizando bien el tiempo podía cubrir todos mis roles.
Todo depende de las capacidades de la persona cuando se enfrenta a una situación. Nosotras tenemos la posibilidad de manejar los dos ámbitos. Somos tan capaces como mujeres, que en el estado de embarazo no nos hace menos productivas y tampoco nos impide avanzar. El estado de madre te enseña a liderar desde lo profesional y lo humano. Sí, hay gente que cree que puede frenar en lo profesional el hecho de ser mamá, pero porque no han visto las habilidades que se pueden desarrollar siéndolo.
Actualmente la tecnología es formidable. Cuando viajo generalmente me conecto con ellos a través de todas las redes. Los mecanismos tecnológicos nos permiten un acercamiento y posibilitan que no me sientan tan lejana. En cuanto al tiempo libre, para mí el sábado y domingo son sagrados. En mi caso particular, derivado de mis padres tengo tradiciones, como por ejemplo la comida en familia, la considero muy importante. Todos compartimos la cena juntos, es un momento esencial de unión familiar. También, ir a cine, salir los cuatro a ver una película es nuestro momento de compartir.
En un inicio mi papá y mamá que me enseñaron a ser luchadora y confiar mucho en mí. Las personas que me han rodeado en el banco como mis promotores. Mis jefes, que me han hecho crecer como persona y como profesional, me han empoderado para lograr reconocimientos. Y por supuesto mi esposo, él me apoya con los niños y me da soporte en el tema de organización y planeación.
Soy una mama compinche y autoritaria. Me gusta disfrutar con mis hijos. Ellos me comentan todo, hasta me preguntan cosas de la adolescencia. Mis hijos han aprendido del papa y de mí, el trato y el relacionamiento con respeto, es primordial inculcar valores. También, soy amorosa y consentidora, pero cuando hay que imponer límites, los pongo. Les exijo esfuerzo y les enseño que hay que luchar para conseguir las cosas.
Mi estilo es liderar con alegría, tengo un alto nivel de positivismo y le doy mucho empoderamiento a mi equipo de trabajo. Pueden entrar a mi oficina a compartir sus opiniones, ideas o sugerencias. Todo se basa en un trabajo de equipo. Como guía doy un acompañamiento constante, de apoyo y solidaridad.
El mayor desafío es poder conciliar el ámbito profesional y familiar. Hoy en día la sociedad hace que la familia se desintegre cada día más. Nuestros hijos están permeados por el ambiente, volviéndolos independientes. Por eso el reto está en conservar la unidad familiar mientras estás trabajando. Es indispensable nutrir el amor y la confianza en la familia. Por ejemplo en mi hogar, solo hay un televisor, de manera que todos podamos compartir una actividad diaria en familia.
Es una mujer emprendedora, multitask, profesional, luchadora, vencedora de obstáculos… Muy centrada en su rol personal, familiar y profesional.
Que se puede sacar adelante las dos cosas. No renuncien a ninguna. Los valores y la organización del tiempo son fundamentales para encontrar el equilibrio. Buscar apoyo en sus seres queridos siempre es una opción. Continuar estudiando, estar en permanente aprendizaje, te lleva al éxito, para no anclarse. También, les diría que es muy importante ser uno mismo. Que tengan respeto y amor por lo que hacen, como por su familia. Así tendrás la capacidad de liderar con amor y respeto en casa y en la oficina.
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