Trabajar como montallantas, de mecánico o manejando tractomulas, son empleos que habitualmente identificamos en los hombres. Pero esta tendencia de trabajo masculino ha venido dejando de ser solo para ellos.
Actualmente, las mujeres ocupan gran parte de las vacantes en empresas industriales, de transporte o mecánicas, y aunque esta situación, aseguran, puede reducir el tiempo para compartir en familia, dedicar al hogar o destinar a los hijos, también les ha permitido demostrar sus capacidades y competencias a todo nivel.
Para Paola Ramírez, una operaria de servicio en una planta mezcladora de cementos, es muy importante este avance no solo por la remuneración que recibe, sino por la posibilidad de ofrecerle posibilidades a su familia.
“Desde muy joven me gustaron los trabajos industriales y la conducción, por eso mi entorno más cercano es con los hombres. Creo que todavía estamos en un país donde ese tipo de actividades pueden generar interpretaciones confusas, pero el cambio empieza por vencer esos temores a ser juzgada y realizar lo que más me gusta”, asegura.
Para ella, los horarios de trabajo, que limitan el tiempo con su familia, son la principal dificultad, pero destaca la importancia de su empleo para demostrar sus capacidades y darle un aprendizaje ejemplar a su hijo.
“Es difícil salir tipo 8 de la noche del trabajo y llegar a la casa sin poder compartir el tiempo suficiente con mi hijo de 5 años, pero me tranquiliza saber que poco a poco él va entendiendo que mi trabajo es la razón del escaso tiempo que nos queda y que el esfuerzo es en beneficio de todos”, dijo.
La tendencia al alza de las mujeres que se desempeñan en cargos antes concebidos para hombres, también ha contribuido a la reducción de las brechas laborales y el desarrollo del país. De acuerdo con estadísticas del DANE, la cifra de desempleo femenino se redujo en el último periodo de 2014 y llegó al 10,7% (en 2013 fue de 11,2%), en amplia medida por las nuevas posibilidades de empleo para ellas, generadas en sectores tradicionalmente masculinos.
Según estadísticas de empleabilidad y registros de solicitudes laborales; dentro de los trabajos que más han empezado a ejercer las mujeres se encuentran:
Los tiempos han cambiado y no hay duda sobre eso. Sin embargo, el primer obstáculo que encuentran muchas mujeres está en su núcleo familiar.
La resistencia al cambio siempre existirá porque tanto hombres y mujeres, tienen posturas y razones distintas para no querer incursionar trabajos poco tradicionales. Pero la inestabilidad de los recursos económicos, por ejemplo, generan que los puestos de empleo sean ocupados sin importar el sexo.
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