06/03/23
Bogotá, febrero de 2023. Las tecnologías inmersivas como la realidad aumentada, virtual y mixta, tienen el potencial de resolver una gran variedad de actividades dentro del mundo laboral, desde la contratación hasta la desvinculación de los trabajadores.
Por esto, tanto empresas como empleados, han comenzado a sentir la necesidad de enfocarse en aprender o mejorar habilidades, acto que hemos podido ver reflejado en el nombrado upskilling y reskilling. De hecho, en el último informe publicado por el Grupo Adecco, Workforce of the future, el 77% de los colaboradores creen que no cuentan con las habilidades para enfrentar el futuro del trabajo.
Sin embargo, este mismo estudio, demostró que las empresas deben poner al personal primero, es decir, valorarlos como individuos, creando un entorno en el que puedan prosperar y progresar, con el fin de que empleados y empleadores obtengan lo mejor de cada uno y de esta manera mantener los objetivos alineados, por ello, se refuerza la importancia de la empatía en el liderazgo, siendo un factor crucial en la decisión de un colaborador al momento de tomar la decisión de renunciar, tendencia que vale la pena recordar en el contexto de la Gran Renuncia que está sucediendo a nivel mundial.
Si bien es cierto, que crear una fuerza de trabajo ágil que prospere en la transformación digital, exige velocidad y escalabilidad, y los instrumentos como la realidad aumentada y la inteligencia artificial pueden ayudar a acelerar el ritmo para acortar el ciclo de la capacitación y la formación, como por ejemplo, con la inteligencia artificial (IA) se puede mapear rápidamente las habilidades en una empresa con un gran personal e identificar quién puede mejorar o volver a capacitarse para llenar los vacíos de conocimiento.
Una encuesta realizada por la empresa Accenture a 570 directores ejecutivos, reveló que la verdadera productividad surge cuando los datos, la automatización y las personas se aprovechan al máximo, además, se concluyó que sólo el 5% de las organizaciones globales están haciendo esto de manera efectiva, poniendo énfasis paralelo en obtener valor de la tecnología y crear talento dentro de su negocio.
La investigación también arrojó que las empresas que solo se enfocan en los datos y la tecnología generan una productividad superior del 4%, mientras que al entrar en contacto con el elemento humano se puede llegar al 11%, por ende, estos elementos se deben combinar para generar un mayor aprovechamiento de las herramientas digitales, sin dejar de lado al factor humano.
En conclusión, el éxito para las organizaciones se traduce en un trabajo colaborativo entre varios instrumentos tanto tecnológicos como humanos, que se complementan entre sí para crear una eficiencia estratégica con el fin de nutrir las habilidades presentes y no de reemplazarlas.
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