15/02/23
Algunas veces nos hemos encontrado frustrados ante a nuestros superiores, sensación indicativa de que las personas que ocupaban cargos altos en nuestra organización carecían de características necesarias para hacernos sentir serenidad en el trabajo. Antes las compañías desde recursos humanos escogían a sus líderes con base a sus años de experiencia y no su consecuencia. Ya lo dijo Jack Welch, CEO de General Electric “Antes de ser líder, el éxito solo se trata del crecimiento propio. Una vez que te vuelves un líder, el éxito se define por el crecimiento de otros”. Las personas en cargos altos tienen una gran responsabilidad , pues gestionan el crecimiento y desarrollo de la empresa entorno a sus competencias profesionales.
Juzgar a un libro por su portada
Hay muchas maneras de describir a una persona líder, y muchas veces los adjetivos como carisma son priorizados sobre otras cualidades que tienen mejores resultados en una organización. No es difícil confundir la confianza que hace a una persona atractiva y seductora —como dice el psicólogo organizacional, Thomas Chamorro-Premuzic en su TEDTalk—, con la competencia y la importancia de liderazgo en proyectos. “Tendemos a preferir líderes carismáticos y entretenidos, pero hay una gran diferencia entre un líder efectivo y un comediante.”, explica Chamorro-Premuzic. Como parte fundamental de la elección de buenos líderes, debemos recordar ir más allá del espejismo de una personalidad extrovertida y observar si se cuenta con el pensamiento crítico y el abanico de habilidades necesarias consideradas competencias de alto valor para estar al frente de un equipo en la gestión de proyectos.
Diferenciar entre un líder ágil, que responde con valentía ante una situación precaria, y uno que reacciona y actúa reactivamente para evitar ser inerte es fundamental. Aquellos y aquellas líderes que tienen la valentía de actuar ante situaciones difíciles, sin poner en peligro su integridad o valores de su empresa, será catalogado como el candidato ideal y digno para encontrarse en posiciones de poder. En esto también radica la capacidad y tipos de competencias de la persona para responsabilizarse de sus obligaciones y saber delegar. Aprovechar la individualidad de cada integrante resaltando lo que les hace únicos también contribuye a que las relaciones laborales se desenvuelvan prósperamente fomentando una actitud positiva.
Ojos que no ven, corazón que no siente
Una persona líder es autocrítica y humilde, es capaz de reconocer sus errores y aprender de ellos, así como de otorgar el reconocimiento adecuado cuando es debido. Elogiar a los y las miembros del equipo cuando son merecedores de ello, propicia conectividad y demuestra empatía, interés y atención. Compartir críticas constructivas sigue siendo necesario para ver mejorías en la actividad profesional, pero también lo es el reconocimiento de logros de cada miembro del equipo. Los grupos de personas reaccionan bien cuando se sienten empoderadas porque los motiva a ser reconocidos. Por ello, aquellos líderes que prioricen la salud mental de su grupo tendrán integrantes más felices y por lo tanto más productivos.
Solemos escuchar la frase “una buena comunicación es la clave” pero pocas veces vemos que esto sea una realidad. Durante la pandemia y mientras trabajábamos remotamente, la evidencia de falta de comunicación fue más que clara. Mientras estábamos lejos de nuestros equipos de trabajo tuvimos que aprender a comunicarnos de manera transparente para evitar confusiones en los procesos de trabajo. Esto también se traduce en comunicar metas, objetivos, ideas, planes de acción y responsabilidades de la manera más cristalina posible, porque nos mantiene en movimiento y evita el estancamiento de las compañías. La importancia del liderazgo propicia una buena comunicación que mantiene los canales de retroalimentación corriendo en ambos sentidos, influenciando de manera positiva a sus subordinados y subordinadas.
Pero una buena comunicación no solo se trata de dar discursos grandiosos que motiven a las masas en redes sociales, sino de saber escuchar y atender a las demandas y necesidades de un equipo. Los líderes que inspiren confianza para acudir a ellos con su nombre de pila y hablar sobre las situaciones que aquejan a su equipo son valiosos, pero quienes logren escuchar a sus seguidores con apertura y receptibilidad son indispensables, favoreciendo el concepto de marca personal del líder.
“ Liderazgo no consiste en estar al mando, sino en cuidar de las personas”, Simon Sinek
Entre las muchas razones y habilidades que debe tener una persona líder para obtener un trabajo en una organización, debemos considerar el impacto que la selección correcta tiene en cualquier nivel organizacional. Un buen líder generará resultados favorables en la toma de decisiones y un mal líder hará lo propio. Ejercer filtros para diferenciar cualidades del candidato ideal no es cosa fácil cuando algunas habilidades pueden ser fácilmente camufladas para impresionar a buscadores de talento. La importancia de tener visión y saber reconocer el talento incluso en los lugares más inesperados, es esencial para seleccionar a las personas indicadas para aquellas posiciones en lo más alto de los ecosistemas laborales.
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