29/01/16
Para ser un gerente exitoso no sólo se necesitan de ciertos conocimientos y experiencias, también es necesario adquirir y crear hábitos que fortalezcan sus habilidades y así mismo, lograr inspirar a los colaboradores.
El éxito empresarial se encuentra ligado a cómo sus líderes son capaces de delegar y tomar buenas decisiones. Según Alejandro de las Casas, Consultor para la línea Administration & Legal de Adecco Professional, “el éxito empresarial se debe entender de manera holística, donde el triunfo no sólo se puede determinar o comprender como una simple suma de componentes, sino que se debe vislumbrar de una manera global e integrada. En ese sentido, las organizaciones y sobre todo los directivos deben poder abstraer ideas, realizar conexiones y obtener una visión totalizada del entorno en que se mueve su negocio”.
Por lo anterior, es claro reconocer que los gerentes deben asumir y adoptar hábitos que beneficien tanto la rentabilidad del negocio como el clima laboral de la organización. Por este motivo, saber delegar, poseer habilidades de adaptabilidad ante los cambios, tener conocimientos del campo de trabajo, manejar adecuadamente la inteligencia emocional y mantener prácticas de liderazgo, son cinco hábitos imprescindibles para ser un gerente exitoso, afirma Alejandro de las Casas.
Aunque es claro que el liderazgo es una característica fundamental, el Consultor para la línea Administration & Legal de Adecco Professional, sostiene que: el liderazgo es esencial dentro del éxito profesional de los gerentes del Siglo XXI ya que esta competencia es considerada necesaria para orientar las acciones de los grupos humanos en una dirección determinada. Es la habilidad para fijar objetivos, el seguimiento de los mismos y la capacidad de dar “feedback”, integrando las opiniones de los otros, al igual que estableciendo directrices, objetivos y prioridades para comunicarlas asertivamente a los demás. Si los gerentes no tienen liderazgo probablemente tendrán muchas dificultades para motivar e inspirar confianza en todos los niveles de la organización.
Por otro lado, además de las prácticas y rutinas que debe tener un gerente, también existen otras destrezas para trabajar y ejercer sus funciones correctamente. Estas destrezas se pueden observar desde tres matices: las habilidades humanas, las técnicas y las conceptuales. La primera se configura hacia la interacción efectiva y eficaz con las demás personas; esta relación debe ser de cooperación y confianza con sus empleados y jefes al igual que con clientes, proveedores o “Business Partners”. Por su parte las habilidades técnicas se orientan hacia el conocimiento y “expertise” que tienen los ejecutivos en determinados procesos, practicas, manejo de herramientas, noción del sector o de la industria. Por último las habilidades conceptuales se podrían entender como la formulación de ideas, el desarrollo de conceptos, la resolución de problemas y la innovación o creatividad que se le puede dar a la actividad a la cual se dedica la organización.
No obstante, para Adecco Professional entre los conocimientos y habilidades más apetecidas por las compañías para ocupar cargos gerenciales se encuentra en primer lugar, los conocimientos generales -administrativos, financieros, de recursos humanos, comerciales y de marketing-, por ejemplo la creación y ejecución de presupuestos, balances, evaluaciones de desempeño, estrategias de ventas y posicionamiento de marca. En segundo lugar, cumplir con ciertas características que se ajustan a las necesidades de la empresa y a las exigencias del mercado.
Además, para que los aspirantes ocupen posiciones de alto nivel dentro de las organizaciones, deben ser hábiles en la orientación hacia los resultados y comunicar asertivamente sus decisiones e ideas.
“No existe un perfil perfecto o que tenga un ajuste que se acerque siquiera al 96% de lo requerido para una posición; sin embargo los futuros gerentes deben batallar cada vez más por capacitarse y tecnificarse en las últimas tendencias, estar enterados de las noticias actuales, aprender a manejar su tiempo por medio de la programación de sus actividades, tener un óptimo dominio de la tecnología, aprender idiomas que puedan ser útiles para el mundo de los negocios, ser muy disciplinado en su día a día pero sobre todo ser un entusiasta y apasionado frente al futuro, ya que este es incierto en los mercados del mundo”, concluye el ejecutivo.
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