02/02/23
Bogotá, diciembre de 2022. La crisis climática -entendida como una situación de emergencia debido al aumento de temperatura del planeta, causada principalmente por la actividad humana- se ha convertido en un desafío que integra a diferentes actores de la sociedad, y sobre el cual el rol de los líderes empresariales ha tomado especial relevancia, esto por su posición de influencia.
De hecho, cada vez más organizaciones están incorporando la sostenibilidad dentro de su narrativa, informando sus métricas de gobierno ambiental, social y corporativo (ESG) en comparación con sistemas comunes. A partir de 2020, el 88% de las empresas que cotizan en bolsa tenían iniciativas ESG, lo mismo ocurre con el 67% de las compañías privadas.
A nivel mundial, los trabajadores de todos los sectores se ven y verán afectados por el crecimiento de la transición a una economía verde y la economía gig, así como por las tendencias tecnológicas estrechamente relacionadas con la automatización, inteligencia artificial y digitalización.
El informe Habilidades para la Economía Verde publicado por Adecco, afirma que sin el desarrollo de aptitudes para esta transformación, se estima que la economía mundial podría eliminar hasta 71 millones de puestos de trabajo en su camino hacia la circularidad, por otro lado, las políticas inteligentes y la inversión en capacitación podrían revertir esta perspectiva, tanto que el sector energético por sí solo podría generar un crecimiento neto de 18 millones de empleos.
Lo anterior evidencia la necesidad de actuar frente a la crisis climática, y además refleja el hecho de que nos encontramos en una fase temprana de este cambio, en la que para garantizar que se lleve a cabo esta metamorfosis con éxito, se debe prestar más atención al papel que desempeñan el capital humano y las competencias para generar un cambio sostenible.
«Las habilidades verdes representan oportunidades para todos los actores de la economía. Son pocas las instituciones, empresas, y empleados que han puesto la lupa sobre este paradigma, quienes decidan hacerlo estarán múltiples pasos adelante de sus competidores», menciona Nicolás Corredor, gerente de mercadeo, sostenibilidad y comunicaciones del Grupo Adecco.
De acuerdo al estudio Global Workforce of the Future del Grupo Adecco, realizado en 2022 a 34.200 trabajadores en 25 países, el 57% de los encuestados están más preocupados por la inestabilidad económica y cuestiones geopolíticas (46%), que por la transición verde, las tendencias tecnológicas y la economía gig, y tan solo el 36% de los empleados no administrativos manifestaron su preocupación por la transición energética, reconociendo que podrían requerir nuevas habilidades profesionales.
Por ende, las empresas deben comenzar a trazar las habilidades que se están requiriendo según su sector, para así realizar formaciones y de esta manera estar preparados para el futuro, además, tomar medidas para que la labor sea sostenible y su inversión en competencias sea su ventaja de marca para atraer el talento adecuado y retener las capacidades requeridas para el éxito; también, implementar el uso de aprendizajes, cursos VET (Vocational Education Training) técnicos o de educación vocacional y la implementación del uso de la información a través de un estudio basado en tecnologías como big data, E-learnings, entre otras, que generen las destrezas base necesarias para soportar el cambio de economías centradas en combustibles fósiles a las movidas por energías renovables y de esta manera, construir un propio grupo de talentos, promoviendo la flexibilidad y aprovechando la experiencia de la fuerza laboral poniendo al individuo en el centro de la transformación.
En conclusión, las organizaciones deben estar preparadas para fomentar conversaciones transparentes sobre el impacto de la crisis climática en su compañía y en la empleabilidad de sus trabajadores para promover el cambio.
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