18/11/20
Contenido tomado de Spring Professional España – Headhunter del Grupo Adecco https://www.springspain.com/
El verdadero problema de la economía colaborativa no es el impacto del coronavirus sino la falta de fe e inversión en este modelo económico.
Airbnb, Uber, WeWork … las mayores empresas representativas de la economía colaborativa se han visto gravemente afectadas por la Covid-19. ¿Será éste su fin?
En abril, Airbnb solicitó préstamos por un total de dos mil millones de dólares. La compañía se encuentra en la difícil situación de tener que cumplir con las cancelaciones realizadas por sus numerosos clientes, pero al mismo tiempo tiene que salvaguardar de alguna manera a los anfitriones de Airbnb cuyas reservas han sido canceladas (entre otras medidas, la empresa estableció un fondo de ayuda de 250 millones de dólares).
La crisis sanitaria del coronavirus ha tenido un gran impacto en el gigante de los alquileres breves. El director ejecutivo de la empresa con sede en California, Brian Chesky, anunció un recorte del 25% en su fuerza laboral. De sus 7.500 empleados, 1.900 perderán su empleo. La compañía de San Francisco justificó este movimiento estimando una pérdida del 50% en las ganancias de 2020 año tras año y una caída del 90% en las reservas solo en abril. Al comunicar la noticia a los empleados, Chesky declaró que la compañía ha tenido que hacer un nuevo balance, teniendo en cuenta que el impacto en la industria de viajes será dramático y no de corta duración. Como resultado, Airbnb tiene que reestructurarse y adaptarse. El plan es reducir las inversiones en Hotels and Lux, recortar el gasto en publicidad y marketing y volver a centrarse en la conexión humana con quienes ceden sus hogares.
Al igual que Airbnb, Uber también está en problemas. Algunas estimaciones hablan de que el gasto en la App ha caído un 83% en EE.UU. en el mes de marzo. El coloso de los viajes compartidos anunció que reducirá su plantilla en alrededor de un 14%, despidiendo a 3.700 empleados de un total de 26.900, sobre todo en sus equipos de atención al cliente. En un correo electrónico a los empleados, el director ejecutivo Dara Khosrowshahi también dijo que no se podían descartar más «ajustes difíciles» en las próximas semanas.
En febrero, Uber había pronosticado ingresos por encima de los 16 mil millones de dólares para 2020. Hace unos días, la compañía anunció que, dada la situación actual, no podía hacer pronósticos actualizados para este año.
Como se suele decir, no hay dos sin tres. WeWork, la empresa estadounidense que alquila espacios de coworking en todo el mundo también se encuentra en serias dificultades. Antes del coronavirus ya estaba teniendo problemas, lo que provocó más de 2.000 despidos. Ahora se encuentra operando en un mercado donde el coworking ha sido reemplazado por el trabajo inteligente y donde el desempleo se está disparando a niveles muy preocupantes.
La situación en la que se encuentran Airbnb, Uber y WeWork se ha convertido en un estribillo: la economía colaborativa está en problemas. Pero ¿qué pasar con ella en el futuro?
“Para responder a esa pregunta, creo que antes que nada debemos preguntarnos qué es la economía colaborativa”, explica Marta Mainieri, autora de “Collaboriamo” (Colaboremos), el primer libro sobre economía colaborativa publicado en Italia, fundadora de Collaboriamo.org, una plataforma que ofrece servicios para la economía colaborativa, así como comisaria de Sharitaly, el primer evento de Italia totalmente dedicado a la economía colaborativa.
“Porque cuando hablamos de economía colaborativa, estos gigantes son solo una de sus muchas manifestaciones y no necesariamente la forma más representativa del fenómeno. Seamos claros, hay una forma de economía colaborativa que se preocupa más por la prestación de servicios, es más un modelo organizativo y estas plataformas internacionales a gran escala encajan en esta descripción. Estos modelos, sin duda, están en problemas, como muchas otras empresas y sectores de la economía. Pero luego hay una forma de compartir que comienza más abajo, en las comunidades, y su objetivo es responder a necesidades reales”.
En opinión de Mainieri, esta segunda versión es todo menos problemática. “Incluso me atrevería a decir que ha demostrado cuán eficiente es, saliendo de la crisis de la Covid-19 más fuerte que antes”, agrega Mainieri. “Todos nos hemos dado cuenta de que la colaboración es beneficiosa para todos. El coronavirus nos ha enseñado que cuando colaboramos, somos más fuertes. En cuidado, bienestar y ayuda mutua, lo que siempre ha funcionado ha sido la colaboración entre iguales. Pienso en las calles sociales, el voluntariado y todos esos mecanismos de apoyo al barrio basados en las relaciones”.
Hay muchos más ejemplos. “Basta con echar un vistazo a portales como Milano Aiuta. El concepto es poner en común oficios, habilidades e ideas. Está impulsado por una necesidad que logra movilizar a comunidades enteras. Esto explica de alguna manera los problemas que enfrentan las grandes empresas y el éxito de los jugadores más pequeños. La diferencia no tiene nada que ver con el tamaño, se trata de las comunidades en las que están arraigados. Donde hay un espíritu comunitario, ha habido una gran capacidad de recuperación”, señala Mainieri.
Come Home es un ejemplo de economía colaborativa respaldada por una base de clientes leales. “Es una plataforma que organiza eventos en casa. Por supuesto, con la crisis sanitaria esto ya no es posible. En un abrir y cerrar de ojos, lanzaron Stay Home, convirtieron todos los eventos en digitales online y funcionó muy bien«.
“El verdadero problema de la economía colaborativa no es el impacto del coronavirus”, añade Mainieri. “La verdad es que no hay inversiones audaces que demuestren fe en este modelo. Muchos planes pierden ímpetu y se pierden en el camino porque no hay dinero para expandirse y crecer. No hay equipos financieros que crean en las oportunidades, incluso las rentables, que ofrecen las redes sociales”.
Y por último, pero no menos importante, «viene el tema principal de la tecnología digital«, concluye Mainieri. “Hoy en día, ninguna empresa puede prescindir de ella. La crisis ha demostrado que la tecnología digital, las habilidades y los conocimientos técnicos, es fundamental para lograr el éxito”.
Y tú, ¿qué futuro crees que tendrá la economía colaborativa?
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