27/05/15
Sin duda, ser mamá es una de los momentos más importantes en la vida de las mujeres. La decisión de enfrentar el desafío, los cambios que implica y la modificación de las prioridades en la vida, son situaciones que acompañan la decisión de ser madre y enfrentar un reto diferente y especial en la vida.
Sin embargo, para muchas mujeres, la maternidad puede ser vista como una limitante en el desarrollo profesional. El esfuerzo hecho para lograr las metas académicas y laborales, el tiempo requerido para planear nuevas posibilidades y desarrollar cabalmente las responsabilidades, entre otros, suelen ponerse en la mesa a la hora de tomar la decisión que cambiará la vida.
Por eso, es común que se generen dudas como ¿Qué pasa ahora con mi carrera? ¿Cómo sigo con esa otra parte de mi vida?, ¿voy a tener posibilidades luego del embarazo? y aunque pueda generar muchas inquietudes, la respuesta, aunque no es sencilla, cada vez más demuestra ser muy positiva.
De acuerdo con la encuesta nacional de demografía y salud ENSD, “la tendencia en el crecimiento del nivel educativo de las mujeres en Colombia es cada vez más evidente: en los últimos años ha aumentado el índice de mujeres que acceden a la educación superior. En 1995 solo un 10,5 por ciento de las mujeres en edad fértil ingresaba a la universidad, mientras que para 2010 esta cifra fue de 24 por ciento”.
Por su parte, y como hemos anticipado en este blog en entradas anteriores, también se ha evidenciado un crecimiento en la participación laboral de las mujeres en los niveles directivos de las organizaciones, lo que supone una relación directa y sin afectación entre la educación, la posibilidad de desarrollo profesional y la edad fértil de las mujeres.
Además, la legislación nacional, los apoyos e incentivos empresariales, la oferta creciente de servicios de cuidado y protección de los bebés y los ejemplos de desarrollo, entre otros, han contribuido a que la maternidad no se constituya, necesariamente, en un obstáculo para el desarrollo profesional.
De hecho, esta etapa se ha convertido en la posibilidad de generación de nuevas ideas emprendedoras y del desarrollo de nuevos negocios. Estar en contacto permanente con los hijos, tener un tiempo de apertura hacia la maternidad durante las licencias, o simplemente identificar necesidades durante la etapa de crianza, son algunas de las situaciones que han motivado a las madres a continuar su desarrollo profesional bajo una nueva posibilidad, de manera independiente.
Por eso, sea cual sea el camino que se considere tomar, listamos algunas guías que pueden contribuir para no detener el desarrollo profesional luego de tener hijos.
Es importante estar informada sobre aquellas emociones que pueden afectar después del parto y estar consciente de que así sucederá. Para ello es recomendable hablar con un profesional que pueda guiar y dar alternativas para que el efecto sea menor.
Muchas mamás se ven envueltas en un choque de sentimiento de culpa y cuestionamientos sobre si son buenas o malas al dejar a su bebé después de la licencia de maternidad. Sin embargo, se debe estar consciente de que el periodo de licencia tiene un límite, para hacer un proceso de maduración mental que permita regresar a las labores de manera equilibrada y tranquila.
Realizar calendarios diarios sobre todas las actividades y tareas, tanto en el trabajo como en la casa, y cuidar que todo esté en orden beneficia la organización de la nueva etapa de vida. Esto, además, ayudará a poner límites y priorizar los asuntos importantes entre la maternidad y la profesión.
Realizar una búsqueda exhaustiva para seleccionar la mejor opción, en lo que refiere a lugares de cuidado para el bebé, es fundamental. Tener a alguien de confianza o encontrar un espacio que permita sentir seguridad, además de una ubicación cercana al lugar de trabajo, contribuye en gran medida con la posibilidad de sentirse segura y sin remordimientos de abandono.
Al regresar al trabajo es normal sentir que las cosas no son iguales. Muchas veces el regreso hace parecer haber estado por fuera de las decisiones, haber sido reemplazada en lo que antes se era indispensable o sentir una especie de traición. Nada de eso.
Lo único que se debe tomar en cuenta es que los negocios son negocios y no se trata de nada personal. La primera recomendación es hablar sobre el regreso, asegurarse de que las personas sepan de él y actualizarse sobre las cosas que se hicieron durante la ausencia.
Seguir recomendaciones, conocer casos de referencia y establecer prioridades, son algunas de las ayudas con que cuentan las mujeres para tomar medidas frente a su desarrollo profesional y su papel como madres. Sin embargo, lo más importante es poder tener la capacidad de decisión y la conciencia de que, sea cual sea la alternativa que se tome, esta etapa es una nueva vida y su impacto afecta ahora a más de uno.
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