18/04/18
Cambiar de ciudad por una razón laboral, ya sea por un traslado o por buscar mejores opciones de trabajo, trae importantes oportunidades para el desarrollo profesional de las personas, pero, a su vez, acarrea retos y desafíos que se deben tener en cuenta para no caer en el intento y mantener la estabilidad en todos los aspectos de la vida.
Como dijo alguna vez Stephen Hawking, la inteligencia es la capacidad de adaptarse al cambio, y ese proceso de adaptación lleva consigo consecuencias que pueden ser dolorosas en un principio, como desprenderse de los seres queridos o salir de la zona de confort.
Ese es quizás el primer reto que tiene cada persona, preguntarse a sí mismo si su visión de vida y su compromiso es tan fuerte como para soltar, salir del día a día y enfrentarse a nuevos retos. Esta es una conversación interna que no puede faltar ante un cambio de ciudad por temas laborales.
Paralelo a esto, se debe ser muy inteligente para manejar la incertidumbre que se genera por enfrentarse a nuevos sitios, con una cultura, una cotidianidad y un estilo de vida diferente. Aquí es donde el foco, la convicción y la inteligencia emocional debe ser más fuerte a la hora de enfrentar un escenario desconocido. Además, hay que tener en cuenta que las nuevas experiencias traen importantes crecimientos, no solo profesionales, sino también en la formación personal.
Ya sorteada esta parte de introspección, se pueden analizar también los siguientes criterios:
En este sentido, las organizaciones también tienen un reto importante y es saber identificar el mejor talento y el más preparado para afrontar este tipo de situaciones. Adecco cuenta con un servicio de Selección de personal que desarrolla un proceso técnico y profesional, compuesto por varias etapas, que contribuye a encontrar el mejor candidato para el perfil requerido por el cliente.
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