05/07/16
«El fracaso no te sobrecogerá nunca si tu determinación para alcanzar el éxito es lo suficientemente poderosa. Og Mandino”
Venezolano, nacido en la ciudad de Caracas hace 55 años, se formó académicamente en los Estados Unidos, dónde inicio sus estudios de aviación, su gran pasión. Regresó a Venezuela en el año 1983, allí formo su familia y se estableció, primero, tratando de incursionar en el ámbito aeronáutico y luego, por diversos factores ingresó al mundo automotriz. Con una trayectoria de más de 32 años en diferentes compañías, actualmente es director para la Región Andina (Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia y Colombia) de Federal-Mogul Corporation, el fabricante de repuestos automotrices más grande a nivel mundial.
Vive en Colombia desde enero de este año y reconoce que está feliz ya que es un país al que ama profundamente.
Desde joven siempre recuerdo haber vendido de todo. Luego de trabajar en el sector aeronáutico, como mecánico, tuve la oportunidad de ingresar a una empresa llamada Representaciones Godoy, gracias a mis conocimientos en mecánica y el inglés pude crecer en este campo comercial. Luego de adquirir el gusto por esta industria trabajé durante nueve años en empresas familiares antes de ingresar a la compañía donde me encuentro actualmente.
Mi primer empleo fue en el Banco Consolidado en Caracas de Mensajero, recuerdo que estaba en tercer año de bachillerato.
Le compré a mi mamá un juego de cubiertos.
La parte que más me gustó para ese entonces fue la de hacer dinero, comencé a valorar que los esfuerzos son recompensados.
Tengo tres hermosos hijos, de mi único matrimonio, mi esposa que es profesional se esforzó mucho por educarlos sin salir de casa, quizá eso fue lo más difícil, los tres estudiaron lo que decidieron y ya son profesionales.
Siempre eso estuvo claro, de lunes a viernes trabajaba, pero los fines de semana siempre compartíamos como familia, viajábamos, los fines de semana siempre fueron para mi sagrados.
Educación. Un ser si estudio es un ser incompleto, y aunque las épocas son diferentes y a mí me obligaron, yo corregí aspectos de mi padre, por ejemplo, yo estudie aviación en contra de la voluntad de ellos.
El empeño y el trabajo, saber que no hay imposibles, lo único inevitable es la muerte. Pero cuando te empeñas en trabajar y prepararte no hay límites. Desde que inicie mi vida laboral he realizado cuanto curso he podido, ya sea de mercadeo, ventas, consumo masivo, administración, etc. No recuerdo el número exacto pero debo tener más de 30 diplomados.
El desarrollar cabalmente la Región Andina. Principalmente en Colombia, que es un país sumamente competido no solo en el sector que me corresponde, sino en todos los segmentos de mercados. Así que básicamente el desafío es llevar las ventas de nuestra empresa al sitial donde deberían estar, lo cual es un reto interesante cuando se tienen los recursos humanos y administrativos idóneos.
Según la voz de quienes han trabajado a mi lado, yo practico verdaderamente una gerencia participativa, a pesar de que me desarrollé con gerencias anárquicas y tradicionales, yo siempre fui un convencido de que si tú tienes a tu equipo integrado, participando y comunicado es más fácil lograr el desarrollo de los negocios. Confieso que soy exigente, pero me gusta compartir el grado de responsabilidad de cada miembro del equipo en la consecución de los objetivos.
Prepárense con ahínco y responsabilidad. El mundo es muy competido hoy en día, anteriormente quien era un bachiller era un Señor, en la época de mis padres lo era ser un licenciado, hoy en día si no tienes un master, un PHD o dos carreras no eres un Señor. Definitivamente hay que prepararse y quemar las etapas acorde a las edades.
Mentiría si te digo que le tengo miedo a algo en particular.
Pienso que whatsapp ayuda mucho, hace la comunicación más efectiva y rápida.
Recuerdo que hubo unas palabras que realmente me impactaron, recién volví a Venezuela y trabajaba como mecánico aeronáutico, un día al llegar a mi casa lleno de grasa mi esposa, que tenía 7 meses de embarazo de nuestro primogénito, me dijo llorando que yo podía dar más. Al siguiente día no retorné a ese trabajo y el lunes siguiente ya estaba trabajando para el señor Godoy.
Deseo que Dios nos ayudé a salir de la situación lamentable que tenemos en Venezuela.
La medicina. No me gusta la sangre ni las inyecciones y estoy seguro que nunca habría podido ser médico. Aunque me hubiese gustado mucho ser abogado penalista.
Con esa hora de más, sin duda volaría. Volar siempre ha sido mi pasión y ahora que me encuentro en Colombia, he aprovechado para realizar un curso como piloto deportivo.
El desorden, no lo tolero.
Viajar, conocer nuevas culturas y cocinar porque soy chef y en cada país que visito hago un curso de cocina. Puedo preparar múltiples platos de diferentes lugares y regiones.
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