Actualmente una vida laboral sumada a la vida familiar se convierte algunas veces, en una carga para quienes no se encuentran preparados para asumir y balancear las emociones del día a día. Aunque no es sencillo llegar al equilibrio emocional, esta se ha convertido en la mejor manera para que los sentimientos no afecten la productividad laboral ni la relación familiar.
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30/09/15